18 jul 2013

Omega-3 y Cáncer de Próstata


Es evidente que los estudios científicos negativos tienen mucho más valor en los medios de comunicación que los positivos. Después de todo, ¿qué titular puede ser suficientemente sensacionalista para conseguir nuevos lectores si habla de “otro estudio” que demuestra un beneficio para la salud del corazón? Sin embargo, ¿qué pasa si los omega-3 se relacionan con un mayor riesgo de cáncer de próstata? ¡Eso sí sería lo suficientemente atractivo para captar a los lectores! Y, por supuesto, eso es exactamente lo que pasó hace unos días. Casi todos los medios de comunicación importantes a nivel mundial presentaron un estudio que correlaciona los niveles sanguíneos más altos de cadena larga omega-3 a un aumento del riesgo de cáncer de próstata.
Pensemos en eso por un segundo. Si esto fuera cierto, y estas estadísticas tuvieran razón, ¿no sería así que los países con mayor consumo de omega-3 tendrían las mayores incidencias de cáncer de próstata? Esto es de "sentido común", ¿no? Países como Japón e Islandia tienen el mayor consumo de omega 3 y su población muestra mayores niveles de omega-3 en sangre que el típico americano.
Los europeos occidentales no muestran una incidencia de cáncer de próstata elevada. Al contrario, casi todos los países con mayor incidencia de cáncer de próstata están teniendo una dieta baja en omega-3.
Otro aspecto interesante del estudio es que la diferencia en los niveles plasmáticos medios de los omega-3 entre los pacientes que desarrollaron cáncer de próstata y los que no lo hicieron fue sólo del 0,2 %. Esto es muy poco. Este 0,2 % de diferencia se puede haber conseguido comiendo un solo bocadillo de atún unas horas antes del análisis de sangre. Tenga en cuenta que la diferencia típica de los niveles plasmáticos entre los estadounidenses y los japoneses es del 4%. Es decir, 20 veces más grande. Si en el estudio se encontró que los niveles de omega-3 en plasma tienen de promedio un 0,2 % más alto equivalen a un 23 % más de riesgo de cáncer de próstata, entonces eso significaría que los japoneses deben tener 20 veces más riesgo, o una incidencia de 460 % más alta en desarrollar cáncer de próstata que las personas que viven en los Estados Unidos. En realidad, la tasa de incidencia de cáncer de próstata en los Estados Unidos es más de cinco veces más alta que en Japón.
También hay otro problema con el estudio. No hay ninguna duda que los cánceres son enfermedades que tardan mucho tiempo en manifestarse, por lo que los niveles plasmáticos de ácidos grasos omega-3 no son un buen marcador.  Los omega-3 ingeridos pueden ser lavados del plasma en tan sólo 48 horas – entonces ¿cómo pueden decir que altos niveles de omega-3 en el plasma podrían causar cáncer de próstata?, ya que se refiere a una enfermedad a tan largo plazo. ¿Cómo saben los investigadores del estudio si el grupo de personas con niveles altos de omega-3 en el plasma lo han tenido de manera constante desde muchos años antes del estudio?
Según los datos del mismo estudio parece ser que los fumadores y las personas que tomaban alcohol tenían menos riesgo de desarrollar el cáncer de próstata. Si esto es verdad, significa que si quieres revenir el cáncer de próstata solo tienes que dejar de tomar Omega-3 (o pescado azul), y empezar a fumar y beber alcohol. ¿En serio?
En un estudio publicado en 2010, el cual comparaba 31 estudios publicados en el American Journal of Clinical Nutrition, tocando el tema de cáncer de próstata y omega-3 se notó una bajada del riesgo de desarrollar cáncer de próstata hasta un 67%, pero también vieron una subida del riesgo hasta un 77%. Además, hay muchos estudios donde no se ha visto ningún efecto (ni positivo, ni negativo). El mismo estudio mostraba una reducción de un 63% de mortalidad (y no la incidencia del cáncer como he mencionado anteriormente) debido al cáncer de próstata en las personas que tenían una dieta rica en pescado o tomaban Omega-3.
Por lo tanto, no te preocupes. Sigue comiendo pescado a menudo y tus suplementos Omega3.